Luego del partido contra Yugoslavia, de vuelta a la concentración, a Ruggeri le extrañó ver a Bilardo de muy buen humor. "Ya está, jugamos la final", le dijo el Narigón. "¿Seguro? Mire que nos toca Italia, que es local". "Ya está. Si me dan bola a mí, pasamos. Es el partido más fácil que tenemos".
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